Zucolillo y el Dictador

sábado, 1 de mayo de 2010

OTRO CASO DE OCULTAMIENTO DE ABC

La "linea" editorial del periódico resalta algunas noticias internacionales y hasta editorializa permanentemente a Chavez , Evo y Correa por ejemplo. Mintiendo descaramente colocando-los como dictadores a estos gobiernos que realizan constituyentes o plebiscitos periódicamente. Sin mencionar que son gobiernos que pese al desgaste de los años ganan por margenes que oscilan los 65 %.

Jamas profundizara por ejemplo la noticia de abajo: El objetivo de este Blog aparte de denunciar las mentiras sirve para colocar noticias que los grandes medios ocultan para el sano debate de la gente. Ocultar información también es un atentado a la libertad de expresión.

Kirguizistán


Kirguizistán es un pequeño país en Asia Central, con una población mayoritariamente musulmana, donde hay dos bases militares: una estadounidense y otra rusa. Sus fuerzas de seguridad tienen fama de tener un alto grado de eficacia en la represión y, sin embargo, ni las dos bases ni las fuerzas de seguridad pudieron proteger al presidente Kurmanbek Bakiyev de la ira del pueblo, que se apoderó de la calle con masivas manifestaciones.

Es la segunda vez en cinco años que el pueblo de Kirguistán se subleva; huye el presidente y el palacio presidencial es saqueado y quemado por los manifestantes. Inmediatamente la oposición se hace cargo del poder y promete convocar elecciones parlamentarias y presidenciales limpias en seis meses.

Bakiyev hizo un guiño a Moscú al anunciar que estaba dispuesto a cerrar la base aérea estadounidense de Manas, próxima a la capital. Los rusos respondieron de inmediato y favorablemente a este gesto y ofrecieron una ayuda económica de 2.250 millones de dólares. Con esta oferta, [Bakiyev] se volvió hacia los EEUU que le ofrecieron triplicar el alquiler anual de la base (180 millones de dólares), un dinero que en su mayor parte iba a parar a los bolsillos de su familia.

Sin embargo, esto no le bastó. Una empresa propiedad de un pariente suyo obtuvo un generoso contrato para suministrar combustible a los aviones de EEUU, así como para cubrir las necesidades alimenticias. Lo irónico es que los estadounidenses, defensores de la democracia y la transparencia, paladines de la lucha contra la corrupción y el fraude, fueron los más felices con estos acuerdos.

La Administración Obama, al igual que la de Bush, conocía todas estas transacciones corruptas pero cuando EEUU tiene que elegir entre la estabilidad y la democracia con todas sus consecuencias, elige la primera en defensa de sus intereses por quedarse con la base. Esto es lo que explica su apoyo a las dictaduras más corruptas de la región árabe.

Kirguizistán tiene frontera con el mayor proyecto democrático de Occidente en el mundo, Afganistán, donde mueren soldados estadounidenses a diario bajo el título de la "defensa de la democracia" que no impide que Washington se calle ante la lista negra de violaciones de los derechos humanos del ex presidente de Kirguizistán como el asesinato de periodistas, el cierre de periódicos o el juicio a opositores bajo leyes de emergencia.

La pregunta que surge con fuerza es: ¿Por qué se producen estas revueltas populares que derrocan a gobernantes corruptos, como el de Kirguizistán en Asia Central o Bolivia en América del Sur, y no vemos ningún caso similar en el mundo árabe?

La situación de Kirguizistán es mejor que la de muchos países árabes, como Egipto, y aún así un pueblo poco numeroso, que no llega a los cinco millones, sale a la calle exigiendo el cambio y la reforma. Para no ser acusado de centrarme en Egipto, en la Ribera Occidental [Cisjordania] donde el pueblo palestino vive bajo la ocupación, se ve expuesto a todo tipo de humillaciones en los check-points y ve cómo sus lugares sagrados son judaizados a la luz del día no vemos una sola manifestación de protesta contra la Autoridad, o contra "la paz económica" que lleva a cabo el primer ministro Salam Fayyad. Alguno puede argumentar que la represión de los regímenes árabes y sus fuerzas de seguridad hace que las multitudes se rindan y sometan, y es cierto, pero las fuerzas de seguridad de Kirguizistán han demostrado ser todavía más represivas y brutales, pues abrieron fuego contra los manifestantes matando a un centenar de ellos. Sin embargo, los kirguises no cejaron y prosiguieron su marcha hasta asaltar el palacio presidencial y le prendieron fuego.

Los pueblos que están vivos desafían la represión y el terrorismo con el fin de defender sus derechos fundamentales e intereses y hacen sacrificios por este noble objetivo. El problema ya no está en los gobernantes árabes, sino en los pueblos árabes.

Lo que sucede en Kirguizistán es un fenómeno que debe ser analizado por los gobiernos y pueblos árabes. ¿Cómo un pueblo pequeño de cinco millones de habitantes es a la vez grande en su determinación de oponerse a la corrupción y al nepotismo, deponiendo al presidente, su familia y príncipe heredero al que quería delegar el poder?

Los gobernantes árabes, que piensan que la presencia de bases militares extranjeras les van a proteger de una sublevación popular contra ellos y su gobierno, deben extraer la moraleja e introducir reformas democráticas y la verdadera democracia.

Sentimos cierta angustia al contemplar nuestra situación árabe. Se vino abajo el Muro de Berlín y la mayoría de las dictaduras, de izquierdas o de derechas, se derrumbaron y pasaron a ser parte de la historia, la democracia ha llegado hasta las repúblicas bananeras y, sin embargo, el paisaje en el mundo árabe sigue siendo igual, o peor, ya que la mayor parte de los gobernantes árabes padecen de senectud o cáncer, o de ambos.


El Opinante.

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